viernes, 20 de junio de 2014





Jorge Giordani a Guaicaipuro Lameda
           
“LOS POBRES TENDRÁN QUE SEGUIR SIENDO POBRES, LOS NECESITAMOS ASÍ”
       
                           
  


He aquí la narración del diálogo que el General Guaicapuro Lameda sostuvo en Miraflores con Jorge Giordani, para entonces ministro de Planificación en el año 2002
“Estando allí, Giordani me pregunta que de qué se trataba lo que yo le quería informar al Presidente y le respondí en los siguientes términos:
“La proyección plurianual a 5 años nos indica que no vamos a tener crecimiento, será negativo, el déficit fiscal será creciente. Vamos a tener serias necesidades de endeudamiento, ya que se está perdiendo el control sobre el gasto del Gobierno bajo excusas populistas. El Gobierno no está ahorrando en el FIEM, gasta todo y engañamos al hablar de una economía creciente. Para que eso ocurra, deberían estarse construyendo galpones, edificios y toda la infraestructura que requiere la producción, y eso no existe. Si es verdad que queremos acabar con la pobreza, es imprescindible que se genere riqueza y que se diseñen mecanismos adecuados para que su distribución sea justa y equitativa, y eso tampoco lo Allí Giordani me interrumpió y me dijo: “Mire, General, usted todavía no ha comprendido la revolución. Se lo explico: Esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se pueden hacer desde el poder. Así que lo primero es mantenerse en el poder para hacer el cambio. El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros, por eso el discurso de la defensa de los pobres. Así que, LOS POBRES TENDRÁN QUE SEGUIR SIENDO POBRES, LOS NECESITAMOS ASÍ, hasta que logremos hacer la transformación cultural. Luego podremos hablar de economía de generación y de distribución de riqueza. Entretanto, hay que mantenerlos pobres y con esperanza”.
veo”. Allí Giordani me interrumpió y me dijo: “Mire, General, usted todavía no ha comprendido la revolución. Se lo explico: Esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se pueden hacer desde el poder. Así que lo primero es mantenerse en el poder para hacer el cambio. El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros, por eso el discurso de la defensa de los pobres. Así que, LOS POBRES TENDRÁN QUE SEGUIR SIENDO POBRES, LOS NECESITAMOS ASÍ, hasta que logremos hacer la transformación cultural. Luego podremos hablar de economía de generación y de distribución de riqueza. Entretanto, hay que mantenerlos pobres y con esperanza”.
Allí yo lo interrumpí y le pregunté: “Ya que usted dice ‘luego’, dígame cuánto tiempo cree usted que tomará hacer ese cambio”.
La respuesta fue inmediata: “Mire, se trata de un cambio cultural y eso toma al menos tres generaciones: los adultos se resisten y se aferran al pasado; los jóvenes la viven y se acostumbran, y los niños la aprenden y la hacen suya. Toma por lo menos 30 años”.
Mi respuesta no se hizo esperar:
 “Usted me está diciendo que esta revolución deliberadamente condena a los pobres a que vivan en la pobreza sólo para que ustedes se mantengan en el poder mientras intentan que la gente piense como ustedes creen que deben pensar. Si es así, USTEDES SON UNOS HIJOS DE PUTA Y YO CON HIJOS DE PUTA NO TRABAJO”.
Giordani se molestó y me dijo: “¡No sea usted tan grosero!“. Se levantó de su silla y entró al despacho del presidente Chávez. Al cabo de unos 10 minutos salieron ambos y Chávez me dijo: “Lameda, me dijo Giordani que tú le faltaste el respeto”.
Yo le respondí:
“¡No, Presidente! Lo que yo le dije fue que si era deliberada la estrategia de esta revolución de condenar a los pobres a no salir de esa condición… USTEDES SON UNOS HIJOS DE PUTA Y YO CON HIJOS DE PUTA NO TRABAJO. Es una expresión condicionada a esta suposición que yo no acepto como válida”.
                                                                                                     @bangaritac